MIRADORES DE ALDEADÁVILA 20-11-2013

Datos Ruta : Altura: 787; Desnivel: 661; Distancia: 16,06; Tiempo: 4,29 h.

La ola de frío y nieve que entraba por el norte, nos orientó hacia el suroeste, a Aldeadávila en Salamanca. Llegamos con menos 3º y un cielo despejado precioso.

Tras prepararnos y abrigarnos bien, salimos de la plaza de la iglesia en centro del pueblo en dirección a Rupitin, por una buena pista ,entre parcelas bien cuidadas con unos preciosos olivos en las orillas. Avanzamos en dirección oeste en busca del río, observando unos preciosos bancales con olivos bien cuidados. A medida que nos acercábamos al río comenzamos a ver los pueblos portugueses y sus bien cuidados bancales de olivos, que descienden hasta el mismo río.

Por fin desde arriba vimos por primera vez el Duero, majestuoso, tranquilo , ya que en esta zona esta embalsado,  solo nuestros pasos y conversación quebraban el silencio del lugar.Continuamos  descendiendo hacia el cauce, con unas vistas espléndidas de los arribes, con sus cortados y bancales en la orilla portuguesa, ya cerca del cauce, la pista que llevábamos se transformó en sendero, muy helado, ya que la zona española por la mañana es sombría; entre distintos arboles y arbustos continuamos avanzando, encontrando distintas clases de setas por el camino, un par de construcciones que tenían bien las paredes pero arrumbado el tejado y a medio camino un chozo de piedra muy bien conservado, con una entrada muy pequeña, imaginamos que para conservar el calor. Muchos esfuerzos tendríamos que hacer hoy para entrar a gatas. Así continuamos hasta llegar casi al cauce del río a partir de aquí  el camino comenzó a empinarse y en continuo zig zag fuimos ascendiendo, hasta llegar a la parte superior de los cortados.

Olivo con sus frutos

por el sendero cerca del río

Chozo junto al río

Ladera con colores otoñales

Camino junto al río

Chozo

Cortados desde el Picón

Presa desde el Picón

Mirador del Picón

Mirador del Picón

Mirador

Vista al inicio de la ruta

Algunas setas del camino

Seguimos andando un buen rato hasta que apareció la indicación del Picón de Felipe,desde allí hay unas vistas maravillosas de los Arribes, con la presa a un lado y la visión de todo el río que habíamos andado cerca del cauce . Vistas espectaculares, cortados de impresión. Para llegar al Picón, hay un buen camino con algunas escaleras y en la parte mas expuesta existen unas barandillas, que aunque causan algún respeto por la altura y la verticalidad, se puede uno asomar. 

Tras un descanso para beber y comer unos frutos secos, iniciamos el camino de vuelta,primero por un sendero y luego por una buena pista, volviendo a encontrar varios chozos de piedra muy bien conservados, y sistema con una especie de lanza para sacar agua de los pozos

Artilugio para sacar agua del pozo

sin o con poco esfuerzo,en este caso de hierro, en la zona zamorana aún los conservan de madera.Dimos por concluida la marcha en la plaza del ayuntamiento, tras 4 horas y media de caminata. 

Comimos muestras viandas en un estrado de piedra junto a la oficina de turismo, que es una pequeña ermita reconvertida para tal uso.

En resumen día fabuloso para andar , vistas espectaculares de este  prodigio de la naturaleza que son los arribes, con colores de otoño en sus laderas. Aldeadávila es un precioso pueblo, con gentes muy amables.Volveremos