DATOS RUTA: Altura: 754 ; Desnivel: 723 ; Distancia: 15,23 Km. ; Tiempo: 4,10 h. .
Como el tiempo sigue sin estabilizarse por el norte, nuevamente nos dirigimos al suroeste, a la provincia de Salamanca, frontera con Portugal.
Realizada la parada técnica en Vitigudino, nos encaminamos a Masueco de la Ribera, dejamos el coche junto a la iglesia e iniciamos el recorrido, por una pista fácil de andar. Llegamos a un cruce y, en lugar de seguir hacia la cascada, cogimos un sendero , que entre bancales abandonados nos bajó hasta el Duero represado, cerca de donde desemboca el río Uces. Por el mismo sendero subimos al alto y entre bancales plantados de olivos, estos , en muchos casos, en uso, descendimos hasta la cascada del Pinero, que es una preciosidad. La pasamos por debajo y por una senda estrecha y, por estelado en peor estado de conservación, subimos a la planicie y siguiendo una pista llegamos casi hasta Masueco.
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| Duero |
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| Campo de olivos |
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| Cascada del Pinero |
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| Desembocadura del Uces en el Duero |
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| Mirador Pozo de los Humos |
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| Mirador |
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| Pozo de los Humos |
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| Pozo de los Humos |
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| Pozo de los humos |
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| Pozo de los Humos |
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| Río Uces y campo de olivos |
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| Viñas cobertizo típico |
Nos desviamos a la izquierda y la pista nos llevó hasta un área de descanso, con mesas y bancos de piedra. Desde aquí en continuo descenso. por pista ancha, llegamos al espectacular Pozo de los Humos, que parte del grupo había visitado desde la otra orilla, yendo desde Pereña. La primera vista muestra un río tranquilo, con campos de olivos cerca de las orillas, pero cuando te acercas al mismo y ves la caída del agua en catarata, es espectacular,con vapor de agua subiendo que da su nombre al lugar, el sol forma pequeños arco iris, que añaden belleza la lugar y buitres de gran envergadura sobrevuelan la zona, en definitiva remmanso de paz y belleza. Repusimos líquidos acompañados de unos frutos secos e iniciamos el ascenso desandando el camino, con las preciosas vistas aún en la retina y pasadas las 14,30 horas llegamos a Masueco.
Comimos en la plaza, frente al ayuntamiento, los consabidos bocatas, algunos mas ilustrados, con pimientos asados y anchoas del cantábrico. Café en Vitigudino y vuelta a casa.
En resumen, día buenisimo para caminar, algo ventoso al inicio pero siempre con sol, vistas espectaculares, el Pozo de los Humos una maravilla, no desmereciendo la cascada.
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